Asimov, resublimado
En 1920, es decir, hace justo ahora cien años de nada, ocurrieron tres cosas estupendas. Primero: el genio fugópata Louis Armstrong —diecisiete años, exconvicto y ya padre de un hijo— empezó a tocar con la banda Fate Marable en una de las enormes barcazas a vapor que se deslizaban desesperadamente despacio Misisipi abajo. Segundo: se publicó The Heads of Cerberus, de […]